Una mirada que lo dice todo….

Esta foto me transmitió tanto cariño y tanto amor, tanta complicidad que me recuerda el amor por mi hija y el porque de este reto. Porque han sido muchas horas las que he dedicado a organizar este nuevo reto, muchas horas de entrenamiento, muchas horas de gimnasio en las que Juan Jose, mi entrenador, no ha tenido compasión conmigo.

Pero sino fuera por todas esas horas en las que muchas veces he querido tirar la toalla y dejarlo todo, porque cuesta, porque sufres, este reto no tendría sentido.

Y lo tiene y mucho, porque siempre que he tenido un bajón he pensado en ella, en Alba, en los demás pequeños que luchan día a día metidos en los hospitales por superar esta enfermedad. He pensado en mi hija Mara que con 4 años tiene una buena salud y vive una vida normal, corre, juega, baila, puede bañarse en la playa, puede ir a una feria,…… Todo esto es impensable para un pequeño luchando en un hospital, porque aunque pequeños ya saben que sus defensas no están todo lo bien que todos quisiéramos y tienen que hacer el esfuerzo de comer para mejorar y plantarle cara al «bicho».

El sueño del papa de Alba y el de muchos padres, es el que juntos perseguimos, porque yo voy a seguir a vuestro lado, luchando como uno más, con los medios de que dispongo y con la ilusión que cada día me llena, porque nadie está exento de este maldito bicho.

A solo 2 días del reto no tengo palabras de agradecimiento a todas las personas que me están apoyando, que han comprado kms solidarios, que siempre tienen palabras de ánimo para con este reto, este sueño.

Hoy me toca disfrutar de mi hija y de mi familia antes de irme a pedalear contra el «bicho», porque los voy a echar mucho de menos y porque necesito cargarme de ellos para superar esos baches que la distancia y los días me pondrán como prueba.

Gracias a todos, Alba va por tí.